Me he sentado en la butaca de leer que tengo en el salon, y es que soy dentro de mi desquiciamiento constante una persona de costumbres, que hasta tiene una butaca solo para leer y escribir, eso si la utilizo cuando ninguno de los gatos la utilizan como cama improvisada, en ese caso ellos tienen preferencia como seres superiores que son
Hoy me he levantado con un aullido en el pecho he sentido por momentos renacer de entre mis cenizas esa extraña mezcla de lobo y collie que considero mi comportamiento, y ante tal tesitura he decidido dedicar esta entrada a la señora Alexandra Kollontai, aunque supongo que en su caso no le gustaria que se le tildara de señora.
No voy hacer aqui en este post una reseña biografica de la escritora y politica sovieitca sino simplemente dar algunos apuntes interesantes para quien no la conozca.
Alexandra(me permitire el lujo de tutearla) nacio en 1872 en petesburgo, en el 99 se afilia al partido obrero social democrata, sufre exilio en finlandia lo cual no le impedi seguir y ser participe de los acontecimientos revolucionarios del 1905 asi como de la gran victoria de 1917, en ese momento pasa a formar parte del comite politico del soviet de petrogrado, y mas tarde pasara a la historia por ser la primera mujer miembro de un gobierno asi como la primera mujer embajadora de la historia.
Su vida fue una constante lucha por la equiparacion entre hombres mujeres, por renovar el viejo engranaje burocratico de un PCUS cada vez mas oxidado.
Luchara en la calle formando al pueblo en la igualdad y la fraternidad y enseñando a las mujeres sovieticas que no han de ser las muletas de sus maridos sino sus propias muletas, que no deben ser secuela de ningun hombre ni sombra de nadie, que ellas mismas deben ser su propia estela.
En esa tematica escribe la bolchevique enamorada una novela romanticaa con un mensaje de igualdad entre sexos asi como de un recorrido espectacular por la revolucion sovietica, y el como avanzar de los diferentes tipos de militantes, una lucha entre la practica y la teoria, una lucha esta que Kollontai supero con creces.
Una cosa es predicar y otra es predicar con el ejemplo.
Un aullido por ti vieja loba esteparia, que alguna vez oso decir que si el viejo leon siguiera en la guarida otro gallo cantaria.
PD: el libro la Bolchevique enamorada se puede conseguir en español mediante la fenomenal editorial Txalaparta.
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