Domenico y el mal paladar

Hace años cuando todavía tenia la facultad de enlazar mis pensamientos con orden, escribí una especia de aborto de libro, al más puro estilo de aprendiz de Montalbán y de su Fantástico Pepe Carvalho solo que el mío también mezclaba alguna que otra característica de Constantine.
Mi personaje se Llamaba Domenico y como buen personaje de autor novel era como bien dije antes, la suma de características de algunos personajes conocidos con una gran dosis de mi propio reflejo. Domenico Era mujeriego, alcohólico, temperamental, colérico, intolerante, idealista, en resumidas cuentas un anti-héroe en potencia un bohemio trasnochado, atormentado y adicto al opio. La verdad es que siempre me han gustado los clásicos por eso, que para mas “INRI” lo convertí en una mezcla de librero y detective de baja estopa y pocos escrúpulos (dios mío que aborto de personaje).

Como supondréis la obra no fue publicada jamás , y es que era verdaderamente infumable, un tostón de casi trescientas paginas , sin mucho sentido y cargada de adjetivos calificativos en cada frase, y de miles de metáforas de mercadillo.
Hoy me he acordado de “Domenico” y he intentado leerlo aprovechando la falta de movimiento laboral , y la verdad es que parece que con los años ha ganado calidad como si de un buen vino se tratara, tiene mejor cuerpo y aroma, incluso por un breve momento de tiempo me he atrevido a pensar en auto-publicármelo, pero al final me he dado cuenta que “Domenico” no se ha vuelto mejor con los años, sino que yo me he vuelto menos exigente , que mi paladar ya no es el que era, que como siempre en la vida cualquier exceso se paga, incluso el de la mala lectura de mis ultimas semanas, maldito “Código Da Vinci” que daño has hecho a mi cerebro maldito engendro “paginoso”.

Espero que esta cojera gustativa tenga pronta cura, si no temo terminar viendo caminar al librero detective en mi catalogo, y que el dios de los católicos me libre de tal herejía, de tal tributo al mal gusto.